...Esta semana el Atlantis aterrizaba, y con él todo el programa de transbordadores espaciales de la NASA.
Nacidos en 1977 con el Enterprise, no fue sin embargo hasta 1981 con el Columbia (que terminó desintegrándose en 2003) cuando comenzaron sus misiones oficiales.
Después le seguirían el Challenger (primer vuelo en 1983, y también destruido en accidente en 1986), el Discovery (1984), Atlantis (1985), y Endeavour (1992).
Hasta la fecha han sido los únicos vehículos de este tipo -híbrido entre avión y nave espacial- que han estado en servicio (civil*, al menos...)
Hay que recordar que la URSS también tuvieron su Buran, casi una copia en apariencia del Shuttle americano: pero, y aunque llegó a volar (un único vuelo en 1988, y no tripulado), la desintegración del imperio soviético les pilló en pleno desarrollo, y acabada la "Guerra Fría" ya no hubo intención de reflotarlo, pues aparte de que no había dinero para continuar financiándolo, el proyecto de transbordador ruso se tornó innecesario en unos nuevos tiempos que ya llegaban de cooperación y no competencia como hasta entonces con los americanos en el campo espacial, que acabarían por desembocar en la Estación Espacial Internacional (ISS) -en la que colaboran además de EE.UU. y Rusia, Canadá, China, Japón, India y Europa-, y cuyos vehículos han sido tanto los Shuttle hasta ahora como los cohetes rusos Soyuz.
Y Europa, a través de la ESA, también tuvo su proyecto de transbordador, el Hermes, que debió entrar en servicio en 1995... Pero no llegó a sobrepasar los tableros de diseño y ordenadores y como mucho una maqueta a tamaño real.
Y de hecho los propios americanos tuvieron entre manos el sucesor del ya obsoleto (hasta cierto punto) Shuttle, con los proyectos VentureStar/X-33... cuyo desarrollo fue cancelado en 2001, cuando ya se hallaba muy avanzado, por la Administración Bush.
(*: Por otra parte, el avión secreto americano conocido desde los años 90 como Aurora podría ser en realidad un avión nodriza, encargado a su vez de llevar a lomos hasta las capas altas de la atmósfera a otro avión más pequeño, que desde ahí partiría hacia la órbita, a modo de sucesor del Shuttle... pero de carácter militar.)
Sea por la crisis, por una remilitarización del espacio (¿futura carrera espacial contra China?...), o sea también porque la NASA prefiere volcarse, a medio/largo plazo, en los proyectos de Regreso a la Luna (¿2020?), y más allá hacia Marte (¿2030?), en todo caso lo cierto es que se cierra con el Shuttle otra página en la historia de la carrera espacial, que pienso debería tener continuidad mediante la cooperación multinacional, ya que los costes en la industria aeroespacial son tan elevados, para apostar por una innovación tecnológica que redunde en beneficios para todo el conjunto de la humanidad, y su evolución.
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